Adicción al click compulsivo: qué son el doom spending y la oniomanía

En la era digital, el uso constante de dispositivos y la exposición a información incesante han dado lugar a comportamientos de compra y gasto impulsivo. Dos términos emergentes en este contexto son el doom spending y la oniomanía. Ambas condiciones se relacionan con la adicción al click y el consumo compulsivo, pero cada una tiene sus particularidades.

Doom spending

El doom spending se refiere al gasto excesivo de dinero motivado por la ansiedad y el pesimismo sobre el futuro. Este fenómeno se ha vuelto más común en tiempos de incertidumbre económica y social, donde el miedo a lo que vendrá impulsa a las personas a gastar de manera impulsiva como una forma de buscar consuelo o distracción. En muchos casos, se trata de compras innecesarias que no resuelven la raíz del problema, generando un ciclo de culpa y mayor ansiedad.

Oniomanía

La oniomanía, conocida popularmente como adicción a las compras, es un trastorno del comportamiento caracterizado por un impulso incontrolable de comprar. A diferencia del doom spending, la oniomanía se centra en el acto de compra en sí, que se convierte en una vía de escape emocional. Las personas que padecen oniomanía pueden experimentar una gratificación inmediata al realizar compras, pero a largo plazo, esta conducta puede llevar a problemas financieros, estrés y deterioro de las relaciones personales.

Factores contribuyentes y consecuencias

Ambos comportamientos pueden estar influenciados por la sobreexposición a la publicidad digital, la presión social en redes y el fácil acceso a plataformas de comercio electrónico. La combinación de estos factores con estados emocionales negativos crea un ambiente propicio para el desarrollo de adicción al click compulsivo.

Consecuencias comunes incluyen:

  • Problemas financieros y endeudamiento.

  • Estrés, ansiedad y baja autoestima.

  • Deterioro de relaciones interpersonales.

  • Ciclo continuo de compras impulsivas sin satisfacción duradera.

Estrategias para superar la adicción al click

  1. Establecer límites digitales: programá periodos sin uso de redes sociales o aplicaciones de compra.

  2. Practicar la atención plena (mindfulness): técnicas de meditación que ayuden a reconocer y controlar los impulsos.

  3. Buscar apoyo profesional: la terapia cognitivo-conductual puede ser útil para abordar patrones de comportamiento compulsivo.

  4. Crear un presupuesto: planificar y controlar los gastos puede reducir la tentación de compras impulsivas.

  5. Reemplazar hábitos: buscar actividades alternativas que proporcionen gratificación emocional, como hobbies o ejercicio.

    Adoptar estas estrategias puede ayudar a romper el ciclo de clics compulsivos, fomentando una relación más sana con el consumo digital y mejorando tanto la estabilidad financiera como el bienestar general. Ya sea que te sientas abrumado por los gastos, la oniomanía o ambas, reconocer las señales es el primer paso para recuperar el control de tus hábitos de gasto y tu salud emocional.

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