”Loud quitting”: cuando decir “renuncio” se vuelve un acto de poder

¿Te imaginás renunciar a tu trabajo con un post en redes que se vuelve viral? ¿O dejando bien claro por qué decidiste cerrar la puerta de una oficina que ya no te hacía bien? Esa es, justamente, la esencia del “loud quitting” (o “renuncia ruidosa”).

¿Qué es el "loud quitting"?

Se trata de una forma de renunciar que va más allá del clásico “gracias por todo, me voy”. Es decir basta en voz alta. Mujeres (y personas en general) cansadas de sentirse ignoradas, maltratadas o simplemente atrapadas en ambientes tóxicos, eligen hacer pública su salida, a veces con cartas abiertas, declaraciones en redes o incluso pequeñas protestas internas.

No es simplemente una queja: es una manera de visibilizar lo que muchas viven en silencio.

¿Por qué muchas eligen esta forma de renunciar?

Porque cuando te sentís invisible en un trabajo, gritar (aunque sea simbólicamente) puede ser liberador. El "loud quitting" no se trata solo de irse, sino de recuperar tu voz. Especialmente en espacios donde las mujeres han sido históricamente desoídas o subestimadas.

Claro, también tiene su lado B: no todos los futuros empleadores van a ver con buenos ojos una salida tan escandalosa. Por eso, es importante hacerlo desde un lugar de claridad, no de impulso.

¿Y qué deberían aprender las empresas?

Mucho. Cuando alguien elige renunciar de forma pública y ruidosa, está dando una señal clara: hay algo que no se está escuchando adentro. Quizás la cultura laboral es tóxica, la comunicación está rota o simplemente hay un mal liderazgo.

Para evitar llegar a ese punto, las empresas tienen que dejar de temerle a las emociones y empezar a escuchar de verdad. No con encuestas vacías, sino generando espacios reales para que las voces —sobre todo las femeninas— sean valoradas y tenidas en cuenta.

¿Cómo se puede manejar mejor?

Tanto si sos empleada como si liderás un equipo, hay algo clave: la comunicación honesta. Si estás pensando en irte, buscá espacios donde puedas expresarte con respeto pero sin censura. Y si estás del otro lado, abrí el diálogo antes de que se apague la chispa del compromiso.

 

El "loud quitting" no es solo una tendencia viral: es una reacción humana frente al desgaste. Es una forma de decir “esto no me hace bien y no me voy en silencio”. Y, tal vez, también sea una invitación a transformar cómo nos relacionamos con el trabajo.

Porque todas merecemos un espacio donde no tengamos que gritar para ser escuchadas.

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